El valor del pH tiene un impacto significativo en la salud y el tacto de la piel. Mantener un pH adecuado asegura que la barrera cutánea permanezca intacta y saludable gracias al manto ácido natural. Esta capa protectora brinda múltiples beneficios:
Mantenimiento de la barrera cutánea: Un pH neutro o ligeramente ácido ayuda a conservar el manto ácido de la piel, esencial para mantener una barrera cutánea fuerte y saludable. Una barrera intacta protege contra los alérgenos y mantiene la piel menos sensible y más resistente.
Equilibrio de hidratación: Una barrera cutánea saludable retiene el equilibrio natural de humedad. La película hidrolipídica, compuesta por lípidos y agua en la superficie de la piel, mantiene la piel flexible e hidratada.
Protección frente a influencias externas: El manto ácido defiende la piel de bacterias, virus, contaminantes, rayos UV y sustancias químicas, mejorando su resistencia a factores ambientales nocivos.
Favorecimiento de la regeneración: Al crear un ambiente óptimo, el manto hidrolipídico facilita la regeneración y renovación celular, esencial para la curación de daños cutáneos y la renovación de las células de la piel.
Mantenimiento del equilibrio del microbioma cutáneo: El manto ácido mantiene el equilibrio del microbioma cutáneo, compuesto por microorganismos beneficiosos que contribuyen a la salud y protección de la piel.
No obstante, una alteración del pH puede debilitar la barrera cutánea, causando problemas como:
- Irritación
- Inflamación
- Picor
- Enrojecimiento
- Manchas
Mantener un pH de la piel adecuado es crucial para evitar estos problemas y asegurar la salud y el bienestar de la piel.