En general, los riesgos para la salud de los parabenos aún no se han investigado lo suficiente, al igual que las interacciones con otras sustancias químicas. Por tanto, no está claro qué posibles daños a largo plazo podrían causar estos compuestos.
Según la Oficina Federal Alemana de Evaluación de Riesgos (BfR), falta información sobre la absorción dérmica, el metabolismo y la evaluación de la exposición en particular.[1]
Sin embargo, ya existen algunos estudios que confirman ciertos riesgos.
Acumulación en el organismo
Un estudio realizado en EE. UU. demostró que los parabenos pueden acumularse en el organismo. En una muestra de 2548 participantes, se analizaron muestras de orina en busca de diversos parabenos.
Se encontró metilparabeno en el 99,1 % de las muestras y propilparabeno en el 92,7 %. También se detectaron butilparabeno y etilparabeno en más del 40 % de las muestras de orina. Dado que las mujeres suelen utilizar productos cosméticos con más frecuencia, sus niveles de parabenos son más elevados.[2]
Efecto hormonal
Un dato preocupante sobre los parabenos es la similitud estructural con la hormona estrógeno. Los estudios han demostrado que los butilparabenos tienen actividad endocrina, es decir, interfieren en el sistema hormonal del cuerpo, aunque sean unas 1000 veces más débiles que el estrógeno hormonal.
En ratas y ratones macho, por ejemplo, la adición de parabenos provocó una disminución de los niveles de testosterona y de la producción de esperma, mientras que las ratas hembra mostraron un agrandamiento del útero.[3]
Un estudio realizado en 2006 por científicos del Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ) de Leipzig también investigó los efectos hormonales de los parabenos durante el embarazo. Se descubrió que el uso de butilparabeno en cosméticos durante el embarazo puede provocar obesidad infantil.[4]
Relación con el cáncer de mama
También existe una relación entre la ingesta de parabenos y el cáncer de mama, ya que estas sustancias químicas se han encontrado en muestras de tejido de tumores de mama. Sin embargo, no hay resultados claros que confirmen que los parabenos sean cancerígenos.
No obstante, el BfR ha prohibido provisionalmente el uso de desodorantes que contengan parabenos. Debido a la escasez de datos disponibles, en general se recomienda no utilizar parabenos o utilizarlos con moderación.[5]