Desconectar del trabajo puede ser un desafío, especialmente durante los viajes de negocios. Algunas de las razones más comunes incluyen:
Estrés asociado a los desplazamientos
Los viajes de negocios pueden resultar agotadores desde el inicio: los trayectos largos, los aeropuertos congestionados y los cambios de horario pueden generar tensión antes de llegar al destino. Además, los escasos márgenes de tiempo y la falta de pausas y descansos contribuyen a un ritmo acelerado que dificulta la relajación.
Si el viaje implica cruzar husos horarios, el jet lag puede alterar el reloj biológico y afectar el descanso. Sumado a esto, los cambios en la alimentación, que no siempre coinciden con las preferencias personales, y la adaptación a climas distintos, también pueden generar algunas molestias o incomodidades. Todo ello puede crear algunas dificultades para desconectar mentalmente del trabajo.
Dificultad para descansar en el hotel
Aunque los hoteles pueden ser lugares muy cómodos, son muchas las personas que encuentran dificultades a la hora de relajarse en entornos desconocidos tras un largo día de trabajo. Factores como el ruido ambiental, la iluminación o un colchón diferente pueden alterar el sueño, haciéndolo menos reparador, y consiguiendo que la fatiga se acumule.
Asimismo, la ausencia de rutinas personales también puede influir en la dificultad para crear un ambiente propicio para el descanso, lo que hace que sea un reto percibir la habitación del hotel como un refugio cómodo y una atmósfera acogedora en la que poder relajarse por completo y descansar.
Carga laboral elevada
Los viajes de negocios suelen incluir reuniones constantes, correos pendientes y una agenda apretada. Todo esto genera la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, que pueden prolongar la sensación de alerta incluso una vez terminado el horario laboral. Por eso, saber cómo desconectar del trabajo psicológicamente es clave para evitar el agotamiento.
Falta de límites entre trabajo y vida personal
Durante los viajes de negocios, las fronteras entre lo laboral y lo personal se desdibujan. El entorno desconocido y la falta de rutina contribuyen a la ausencia de un cambio claro entre ambos aspectos, especialmente cuando las obligaciones laborales siguen presentes incluso después del horario de trabajo. De esta manera, las cenas de trabajo o el uso del hotel como oficina pueden dificultar la transición hacia el descanso. Por ello, es necesario establecer límites claros para poder desconectar del trabajo y disfrutar de los momentos de relajación.
Hiperconectividad
Los avances tecnológicos han permitido la facilidad de trabajar, prácticamente, desde cualquier lugar del mundo. Sin embargo, la hiperconectividad, esto es, el acceso constante al correo electrónico y a las herramientas digitales hace que muchas personas sientan la necesidad de estar siempre disponibles. Aunque se intente tomar un descanso, la tentación de revisar mensajes puede interrumpir el proceso de desconectar mentalmente del trabajo. Por eso también es imprescindible saber cómo desconectar del trabajo en vacaciones.